Cómo operamos
En AFESA hemos desarrollado una metodología y una manera de medir los resultados de nuestro impacto.
Para lograrlo, contamos con un equipo de líderes de planta, nuestros socios y un bien estructurado programa de voluntariado, que juntos alcanzan los objetivos planteados dentro de cada uno de los proyectos y actividades de la organización.
Contáctanos y conoce más sobre lo que hacemos.
Personaliza aquí la información sobre la metodología o estructura de tu organización, y la manera cómo mides o presentas tus resultados a la comunidad en general y a tus socios.
una de nuestras Asociadas de AFESA al termino de su curso gratis "Vulnerabilidades en los desastrees socio-naturales"en la Universidad de Chile nos envia su trabajo de termino de curso el cual aprobo 95%. Felicitaciones.
El día más largo
El 16 de septiembre del 2015 la mayoría de los chilenos nos preparábamos para celebrar las fiestas patrias, pero minutos antes de las 20 horas, todo cambió de golpe. Un terremoto de magnitud 8,4° en la escala de Richter azotaba a la región de Coquimbo y nos hacía cambiar los planes de una fiesta republicana. Ese día fue muy especial, antes de las 19:30 hrs, ya no quedaban alumnos en la Escuela Cadete Arturo Prat Chacón, ubicada en pleno centro de Santiago. Algo raro, para muchos, puesto que es normal que por uno u otro motivo queden alumnos rezagados al interior de la escuela cuando comenzó el sismo.
En el recinto se encontraba personal auxiliar, asistentes de párvulos e inspectora general. Lo primero que hicimos, fue protegernos debajo de los escritorios de las oficinas, mientras que otros lo hacían bajo los bordes las puertas, la inspectora, nos brindó todo el tiempo con su contención, protegiéndonos, ya que el movimiento se hizo eterno. Pasado el sismo, la inspectora, que se encontraba a cargo del colegio, le informó a la directora sobre las condiciones en las que quedó el recinto. La infraestructura resistió muy bien, ya que su data es del año 1985. Después con la primera replica nos fuimos al área de evacuación, terminado esto, nos retiramos de la escuela, sin antes haber revisado las dependencias.
Ella nos demostró su contención y resiliencia hacia nosotros, su personal. Por suerte la luz no se cortó y eso favoreció retirarnos a casa, encontrar buses y salir ilesas, ya que muchos vecinos estaban fuera de los edificios colindantes del colegio.
La escuela tiene zonas de evacuación, extintores de incendios en partes estratégicas de la escuela,como linternas, botiquín y radio a pilas, cada cierto tiempo se realizan simulacros de operación Deysi, para evaluar la preparación del personal, el que ha participado en capacitaciones de entes especialistas en seguridad laboral.
Pero también se necesita el ingreso de recursos económicos para emplear una red seca, y luz de emergencia, trabajar en el Plan Integral de Seguridad Escolar (PISE), una buena coordinación con los organismos de emergencia e invitar a los apoderados a participar de estos simulacros y hacerles un seguimiento, en relación a los avances o retrocesos que podamos presentar. Pero por sobre todo, lo que hace falta, es la participación de la comunidad local, vecinos, jardines infantiles y universidades cercanas al recinto para una participación global , buscando las mejores relaciones interpersonales, con respeto y tolerancia.
La escuela es nuestra segunda casa, por lo tanto debe estar constantemente en reparaciones internas como externas, hay que trabajar en la limpieza de ella, pintarla modernizarla, cuidarla. Tenemos que estar constantemente capacitados en diversos ámbitos, y reforzar la labor del Comité Paritario. En cualquier momento puede ocurrir algún sismo o siniestro, y es en esa ocasión, en donde tenemos que poner en práctica todo lo que hemos realizado, para así no termina en una tragedia que lamentar.